Wednesday, January 11, 2006

MAS SOBRE EL DÓLAR  INTERESANTES COMENTARIOS DEL SENADOR RIOS

Volatilidad del dólar, responsabilidad económica y rigideces del Estado

Por senador Mario Ríos, de la región del Bío Bío

Entendiendo que el dólar es un producto más y tiene las variabilidades propias de los volúmenes, tendrá un mayor o menor valor al interior de nuestro país en la medida que existan más o menos dólares.

Pero como nosotros somos una sociedad que tiene como responsabilidad desde el punto de vista económico, aceptada por nuestra sociedad y por nuestra estructura institucional. Por ello, y por todas las gestiones laborales y empresariales y profesionales que estamos desarrollando en la conquista de los mercados mundiales, no podemos marginarnos de la responsabilidad de ser nosotros autores de un proceso que tiene que adecuarse al interior para alcanzar los niveles que pretendemos alcanzar en el desarrollo.

Los ejemplos de mayor o menor valor del dólar, en cuanto a mayor inversión o actuación del Estado, tienen algunos resultados que son esporádicos y mediáticos, pero en la proyección general final, sin duda alguna, desde mi punto de vista requieren una revisión de lo que nosotros mismos somos como país para enfrentar este comercio mundial.

Surgen entonces tres consultas: la primera de ellas es: ¿puede una economía tan abierta como la chilena tener éxito si a su vez tiene en su interior leyes tan rígidas como lo son, por ejemplo, las leyes laborales, algunas tributarias, como las territoriales y otras que no se pueden adecuar a las circunstancias y a la versatilidad que tiene el comercio en el mundo?

 La segunda pregunta es: ¿puede una economía tan abierta como la chilena tener éxito si a su vez, tiene en su interior rigideces administrativas del Estado que inhiben la necesaria agilidad que se requiere para adecuar negocios a estas nuevas realidades, como son por ejemplo, el alto número de subsidios sociales del Estado que compiten con el trabajo sobre todo, en momentos de pleno empleo?

 Y hay una tercera duda o interrogante: porque entendiendo que la inversión, y no el recurso en el mercado financiero o individual social, permite efectivamente aprovechar una divisa baja para capitalizar. Si exporto, con el retorno tengo dos opciones: gastar ese dinero o invertir. Si gasto, incorporo los dólares al mercado interno y su mayor volumen produce mayores bajas. En cambio, si invierto, dicho capital permite hacer crecer la economía, aumentar la mano de obra, y lo que puede ser más excelente, agregar valor agregado al producto.

De lo anterior surge entonces otra una enorme duda. ¿Chile con sus fortalezas alcanza a ser efectivamente un país del primer mundo?.

Para ello, dos respuestas.

 Efectivamente, podemos tener capacidades para hacer un país mejor, pero ello sólo ha llegado a la gran empresa, que ha logrado créditos internacionales de bajos intereses; y lo más importante, el necesario volumen de producción, única posibilidad real para competir.

De lo anterior, surgen los siguientes caminos:Primero, la revisión de todas aquellas rigideces que existen en el interior y que no le permiten al empresario, al profesional, al trabajador, actuar con las necesarias agilidades para enfrentar este cambiante mundo económico del mundo.

 Dos, revisión de todas las rigideces administrativas del Estado, tanto aquellas en actos públicos que implican readecuaciones ágiles que obligan la responsabilidad del comercio mundial y nuevas doctrinas en los subsidios que afectan el trabajo.

 Por lo tanto, el Estado debe procurar mayor inversión con interés internacional, que es el más bajo de la historia reciente; y organizar un organismo que facilite el volumen comercial exterior.     Todo lo anterior permite una sola cosa fundamental y realista: adecuar a Chile en serio al comercio mundial.

Estos aspectos que señalo nacen de un hecho que es trascendente. Es cierto que nosotros tenemos una enorme empresa, con capacidades realmente admirables que se expresan en cifras también admirables. Ellas hay que apoyarlas, mantenerlas en su trabajo, que se alcance su pleno desarrollo.

Sin embargo, detrás de estas empresas están las 580 mil pymes, que no tienen ni los intereses bajos, ni tampoco las capacidades de volumen. Y nosotros las hemos abandonado y las hemos dejado a su propio arbitrio, sin tener la posibilidad alguna de que ellas puedan competir.

Por ello debemos ver si somos capaces de una vez por todas de romper, ese temor que el privado tiene en la acción del Estado, y que es el desinterés del Estado en actuar en las cosas privadas.

El Estado y el mundo privado tienen que trabajar unidos. Como lo hubo en momentos importantes de nuestra historia, y reconozco a la CORFO en uno de los mejores ejemplos que permitieron consolidar un desarrollo para el país trascendente e importante que ha llegado hasta nuestros días.

Desde  el Senado el Senador Ríos, interesante propuesta, saludos Rodrigo González Fernández, consultajuridica.blogspot.com

LAS ARMAS DE COMUNICACION EMPRESARIAL.¿ SON TALES?

Fernando Polo  Enero 2006. EWn su blog nos entrega un interesante artículo para la empresa, veamos:


WEBLOGS: ARMAS DE COMUNICACIÓN EMPRESARIAL

En 1991, Tim Berners-Lee hizo público un proyecto que iba a sacudir la historia de las telecomunicaciones. Una serie de protocolos y de software que terminarían convirtiéndose en Internet tal y como hoy la conocemos. Una revolución comparable a la imprenta, el telégrafo o la televisión, que ha hecho posible el trasvase de ideas y conversaciones de una parte a otra del mundo, abaratando dramáticamente los costes de publicación y convirtiéndose en apenas diez años en el primer medio de comunicación en cantidad y accesibilidad de contenidos.
Aunque la primera Internet se remonta al año 1969 (Arpanet), no fue hasta 1995 cuando empresas como Amazon y eBay apostaron comercialmente por ese medio, abriendo las puertas de los primeros sitios de e-commerce del mundo.

Con una progresión similar, los weblogs (blogs o bitácoras) –publicaciones online a modo de diarios personales o cuadernos de notas que generalmente son publicadas en orden cronológico inverso y en las que los lectores pueden dejar comentarios–, han llegado a la Red para (r)evolucionar el marco de las comunicaciones personales y la forma de llevar la conversación al ámbito de lo público (a modo de ágora griega). Nunca antes la opinión pública fue tan pública, notoria y accesible. Nunca antes la conversación había adquirido la cualidad de publicación.
Desde el correo electrónico, pasando por las listas de distribución (newsgroups y usenet), que -con la popularización de la “world wide web” de Berners-Lee- desembocaron en los foros de discusión abiertos en Internet, nos encontramos ante lo más sorprendente y relevante que le ha pasado a Internet en los últimos diez años.
Discusiones políticas, poemas personales, apuntes de historia, críticas filosóficas, charlas de café y por supuesto, comparativas de productos, o ardientes quejas y alabanzas dirigidas a empresas de cualquier parte del mundo. Nunca antes las conversaciones tuvieron a su alcance tal despliegue de megafonía.


Los mercados son conversaciones.

En 1999, el mismo año en que el termino weblog derivase en blog y se hiciera verbo (we blog), y en el que Blogger, la herramienta de publicación más usada en la actualidad, iniciara su andadura, Christopher Locke, David Weinberger y Doc Searls redactaron las 95 tesis del manifiesto Cluetrain (www.cluetrain.com) en el que exponía en un lenguaje meridiano y agresivo el cambio cultural sufrido por los consumidores, cada vez más reacios e impermeables a la jerga del marketing corporativo, y mejor armados con herramientas de comunicación y de comunidad online. “Los mercados son conversaciones”, aseguraban en su primera tesis, y exponían los motivos por los cuales invitaban a las empresas a participar en la conversación y a dejar atrás un discurso pomposa e irritantemente unidireccional. Seis años después, su visión se ha hecho realidad: el servicio de rastreo de weblogs, Technorati (www.technorati.com) cuenta con 10 millones de weblogs, y algunos estudios aseguran que la cifra real puede ser cinco veces mayor.

En mayo de 2002, Macromedia (empresa de software recientemente adquirida por Adobe) trazó un plan para formar una legión de bloggers, que reproducirían el modelo semilla de unos cuantos empleados que ya usaban sus cuadernos de bitácora personales para hablar de los productos de software de la empresa. Ese mismo año, unos pésimos resultados financieros se vieron compensados por una ferviente acogida en la blogosfera motivada por la comprensión de la topografía de Internet que la compañía demostraba.
En mayo de 2005, IBM ha hecho pública una “estrategia blog” similar, animando a sus empleados a convertirse en bloggers evangelizadores de sus productos y servicios.

2004 ha sido el año de la popularización definitiva del formato weblog, con un 27% de lectores entre los internautas americanos (Pew Internet, nov 2004) y otro montón de ellos que llegan a sus páginas a través de los buscadores online aunque no sepan que están leyendo una bitácora. También ha sido el año en que las empresas han comenzado a comprender el potencial de la herramienta como medio de comunicación empresarial, tanto puertas adentro como puertas afuera. Se han iniciado las primeras campañas de marketing viral, incentivando a los bloggers más populares a hablar de productos y servicios, y se han hecho estudios de mercado (netnografías) a partir de las opiniones vertidas en miles de webs online.
Es pues el momento de abrir el navegador y empezar a leer. Les animo a que usen (si aún no lo hacen) Bloglines (www.bloglines.com, un software online para leer blogs de manera sencilla). Investiguen. Hay más de 100.000 blogs en español (según el blogómetro, la herramienta métrica más fiable en español), y seguramente